Gryposuchinae es una subfamilia extinta de crocodilianos gaviálidos. Los griposuquinos vivieron mayormente en América del Sur durante las épocas del Oligoceno y el Mioceno, aunque parecen haber persistido hasta el Cuaternario. Mayormente eran formas costeras de hocico alargado. El grupo fue nombrado en 2007 e incluye géneros como Gryposuchus y Aktiogavialis.

Gryposuchinae
Rango temporal: 25 Ma - 0,117 Ma
Oligoceno Tardío - Pleistoceno
Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Sauropsida
Orden: Crocodilia
Familia: Gavialidae
Subfamilia: Gryposuchinae
Vélez-Juarbe et al., 2007
Géneros

Descripción

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Los griposuquinos tenían hocicos largos y estrechos y cuencas oculares protuberantes. Una característica distintiva del grupo es la carencia de un gran hueso proótico expuesto alrededor del foramen trigeminal, un hoyo en un lado de la pared del neurocráneo.[1]

Clasificación

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Gryposuchinae fue nombrado en 2007 como una subfamilia de cocodrilos gaviálidos cercanamente emparentados. Fue definida como un taxón basal que incluye a Gryposuchus jessei y a todos los crocodilianos más cercanamente emparentados a este que a Gavialis gangeticus (el gavial) o Tomistoma schlegelii (el falso gavial).[1]​ Otros gavialoides de América incluyen a los toracosaurios del Cretácico Superior y el Paleoceno y los tomistominos de hocico largo del Eoceno, pero ninguno de estos grupos está cercanamente relacionado con los griposuquinos. Las relaciones de los tomistominos en particular no son claras, ya que también han sido clasificados como cocodrilos propiamente dichos.[2]​ Sin embargo, los análisis que han sado la secuenciación de ADN han sido consistentes al indicar que el falso gavial (Tomistoma) (y por inferencia las demás formas extintas relacionadas de Tomistominae) en realidad pertenecen a Gavialoidea (y a Gavialidae).[3][4][5][6][7][8][9]

Un análisis filogenético llevado a cabo en 2007 halló que Gryposuchinae incluía los géneros Aktiogavialis, Gryposuchus, Ikanogavialis, Piscogavialis y Siquisiquesuchus. Abajo se encuentra el cladograma del estudio de 2007 mostrando las relaciones filogenéticas de los griposuquinos entre los gavialoides:[1]

Gavialoidea 

Eothoracosaurus

Thoracosaurus

Eosuchus

Argochampsa

Gavialidae 

Eogavialis

Gavialis

Gryposuchinae 

Ikanogavialis

Piscogavialis

Siquisiquesuchus

Gryposuchus

Aktiogavialis

En contraste, un estudio de 2018 realizado por Lee y Yates usando simultáneamente datos morfológicos, moleculares (secuenciación de ADN) y estratigráficos (la edad de los fósiles) indicaron que los miembros de Gryposuchinae y el género Gryposuchus pueden en realidad ser parafiléticos y ser en cambio un grado evolutivo que conduce a Gavialis y al gavial actual, como se muestra a continuación en este cladograma:[8]

Gavialidae

Gavialis gangeticus gavial

Gavialis bengawanicus

Gavialis browni

Gryposuchus colombianus

Ikanogavialis

Gryposuchus pachakamue

Piscogavialis

Harpacochampsa

Toyotamaphimeia

Penghusuchus

Gavialosuchus

Tomistoma lusitanica

Tomistoma schlegelii gavial falso

Paleobiología

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Basándose en los estratos en los que se les ha encontrado, muchos griposuquinos vivieron cerca de las costas. Esto los distingue de los gaviálidos asiáticos como el gavial moderno, que solo viven en agua dulce. Lo ancestros de tanto los griposuquinos como los gaviálidos asiáticos eran probablemente animales costeros. Eogavialis, un gaviálido primitivo, es conocido de depósitos tanto marinos como de tierra firme en Egipto. Si era un animal costero, hubiera sido similar al ancestro común de los gaviálidos posteriores, incluyendo a los griposuquinos.[1]

El origen de los griposuquinos no es claro. Los gaviálidos primitivos procedían de probables ancestros de África y Asia. Tradicionalmente, se ha sido favorecido un origen africano debido a que es más probable que los gaviálidos pudieran haber cruzado el Océano Atlántico en lugar de una larga expansión a lo largo del Océano Pacífico. Más aún, las corrientes cálidas ecuatoriales que corren a través del Atlántico desde África hacia las Américas los hubieran ayudado en la travesía. La presencia de Aktiogavialis en el Caribe apoya la idea de una migración atlántica. Siendo el griposuquino más antiguo conocido, Aktiogavialis es probablemente lo más cercano en tiempo y lugar a esta radiación evolutiva.[1]

Los griposuquinos como grupo prácticamente desaparecieron en el Plioceno, junto a varios otros taxones de gaviálidos, debido a factores aún sin comprender, aunque posiblemente vinculados a los cambios climáticos del periodo. No obstante, la especie "Gavialis" papuensis del Pleistoceno tardío o inicios del Holoceno de las Islas Salomón es claramente un griposuquino, separado de sus parientes más cercanos por una barrera temporal de al menos 6 millones de años y una barrera geográfica de al menos 10,000 kilómetros, presumiblemente habiendo alcanzado Melanesia de un modo parecido al de las iguanas Brachylophus y Lapitiguana, es decir llevado por las corrientes oceánicas del Pacífico. Hallado en asociación con dugongos y tortugas marinas, "Gavialis" papuensis era un animal marino como sus antecesores, un piscívoro costero de 2-3 metros de largo hasta conocido solo en Murua. Como otros gaviales del Pleistoceno, probablemente fue cazado hasta su extinción por los seres humanos.[10]

Referencias

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  1. a b c d e Vélez-Juarbe, Jorge; Brochu, C.A.; Santos, H. (2007). «A gharial from the Oligocene of Puerto Rico: transoceanic dispersal in the history of a non-marine reptile». Proceedings of the Royal Society B 274 (1615): 1245-1254. PMC 2176176. PMID 17341454. doi:10.1098/rspb.2006.0455. 
  2. Brochu, C.A.; Gingerich, P.D. (2000). «New tomistomine crocodylian from the Middle Eocene (Bartonian) of Wadi Hitan, Fayum Province, Egypt». University of Michigan Contributions from the Museum of Paleontology 30 (10): 251-268. 
  3. Harshman, J.; Huddleston, C. J.; Bollback, J. P.; Parsons, T. J.; Braun, M. J. (2003). «True and false gharials: A nuclear gene phylogeny of Crocodylia». Systematic Biology 52 (3): 386-402. PMID 12775527. doi:10.1080/10635150309323. Archivado desde el original el 9 de octubre de 2022. Consultado el 15 de agosto de 2021. 
  4. Gatesy, Jorge; Amato, G.; Norell, M.; DeSalle, R.; Hayashi, C. (2003). «Combined support for wholesale taxic atavism in gavialine crocodylians». Systematic Biology 52 (3): 403-422. doi:10.1080/10635150309329. 
  5. Willis, R. E.; McAliley, L. R.; Neeley, E. D.; Densmore Ld, L. D. (June 2007). «Evidence for placing the false gharial (Tomistoma schlegelii) into the family Gavialidae: Inferences from nuclear gene sequences». Molecular Phylogenetics and Evolution 43 (3): 787-794. PMID 17433721. doi:10.1016/j.ympev.2007.02.005. 
  6. Gatesy, J.; Amato, G. (2008). «The rapid accumulation of consistent molecular support for intergeneric crocodylian relationships». Molecular Phylogenetics and Evolution 48 (3): 1232-1237. PMID 18372192. doi:10.1016/j.ympev.2008.02.009. 
  7. Erickson, G. M.; Gignac, P. M.; Steppan, S. J.; Lappin, A. K.; Vliet, K. A.; Brueggen, J. A.; Inouye, B. D.; Kledzik, D. et al. (2012). «Insights into the ecology and evolutionary success of crocodilians revealed through bite-force and tooth-pressure experimentation». En Claessens, Leon, ed. PLOS ONE 7 (3): e31781. Bibcode:2012PLoSO...731781E. PMC 3303775. PMID 22431965. doi:10.1371/journal.pone.0031781. 
  8. a b Michael S. Y. Lee; Adam M. Yates (27 de junio de 2018). «Tip-dating and homoplasy: reconciling the shallow molecular divergences of modern gharials with their long fossil». Proceedings of the Royal Society B 285 (1881). doi:10.1098/rspb.2018.1071. 
  9. Hekkala, E.; Gatesy, J.; Narechania, A.; Meredith, R.; Russello, M.; Aardema, M. L.; Jensen, E.; Montanari, S.; Brochu, C.; Norell, M.; Amato, G. (27 de abril de 2021). «Paleogenomics illuminates the evolutionary history of the extinct Holocene “horned” crocodile of Madagascar, Voay robustus». Communications Biology (en inglés) 4 (1): 1-11. ISSN 2399-3642. doi:10.1038/s42003-021-02017-0. 
  10. Molnar, R. E. 1982. A longirostrine crocodilian from Murua (Woodlark), Solomon Sea. Memoirs of the Queensland Museum 20, 675-685.