Una escribanía es un conjunto de artículos para escribir que se disponían sobre la mesa de despacho o escritorio.[1]​ La escribanía como mueble de escritorio no aparece en fecha anterior al siglo XV y aun entonces debió ser raro hasta el XVII. Pero como artículos de escritorio de escribir se halla repetido desde la mejor época del arte romano. La verdadera escribanía consta de:

Escribanía metálica.

Todo ello se coloca sobre un platillo.

En el Museo de Nápoles se hallan preciosos tinteros romanos (atramentarium) cilíndricos y poligonales, de bronce y con incrustaciones de plata que producen sobre el fondo dibujos y figuras artísticas. Así mismo, se encuentran largas plumas de bronce con una forma semejante a las actuales y numerosos estiletes (stylum) de hueso o marfil y de bronce o hierro (graphium). Dichos estiletes son muy frecuentes en las colecciones de objetos romanos antiguos y en varias de estas figuran numerosos anillo y plaquitas grabadas que servían para sellar cartas y documentos sin que pudieran tener otra función dada la estrechez y la forma de la sortija. La salvadera no consta con anterioridad al siglo XVI pero a mediados de este era ya de uso corriente en los escritorios.

Otras acepciones

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También se llama escribanía al lugar en donde actúa un profesional (escribano) cuya función es dar fe pública.[2]​ Esto es imprescindible para la seguridad jurídica de casi todos los países del mundo, a pesar de que la forma en como se estructura dicho rol, suele variar mucho de acuerdo al país en que nos encontremos.

Referencias

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  1. Real Academia Española. «Escribanía: 5.º acepción». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  2. Real Academia Española. «Escribanía: 1.º y 2.º acepción». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).