La rivalidad en España ha ido en aumento en los últimos años. Bien por cuestiones meramente deportivas, o bien por causas extradeportivas (aficiones, política, o focalizado en algunos integrantes de los equipos), se han ido acrecentando algunas rivalidades entre los clubes de baloncesto. Tal es la admiración que cada vez más despierta este deporte en el país, que algunos enfrentamientos se viven con gran pasión y llegan a trascender más allá de lo deportivo, y es que en muchos casos, se ha tomado al deporte como un representante social y cultural más allá de su naturaleza.
Las competiciones españolas de Liga y Copa, históricamente dominadas por Real Madrid, F. C. Barcelona y Club Joventut de Badalona, con los que simpatizaban el resto de hinchas españoles, han ido poco a poco abriendo paso a otros clubes haciéndoles ganar adeptos a la vez que rivalizaban cada vez más con estos. El éxito deportivo sigue siendo pues el principal factor, y el que resulta más determinante a la hora de afrontar los partidos.
Desde su fundación en 1931 y durante los primeros años del club, mantuvo una férrea disputa por la supremacía madrileña con el Rayo Club de Madrid, sociedad de basket-ball surgida años antes y gran dominador de la época.
Tuvieron varios enfrentamientos de gran repercusión entre los que destacaron varias contiendas por la disputa del Campeonato Regional en Primera Categoría. Pese a que el Madrid Basket-ball se vio desbordado en numerosas ocasiones por el Rayo Club siempre supo manifestar su cordialidad con su primer rival histórico como así manifestaron diversas muestras de reconocimiento. Sirva como ejemplo un partido homenaje en el Campo de deportes del Madrid Foot-ball Club que el club blanco ofreció al Rayo Club en homenaje a su victoria del Campeonato Regional de 1931 y en el que salió nuevamente vencedor el homenajeado por un tanteo de 8-6.[1][2]
Con el conjunto estudiantil, Club Baloncesto Estudiantes, disputa el «derbi madrileño», siendo uno de los encuentros de mayor rivalidad y tensión desde sus inicios para ambos conjuntos.[3],[4] Fue tras la creación de la Liga donde empezaron a adquirir relevancia los enfrentamientos entre los clubes de la capital llegando a denominarse también como el «clásico del baloncesto madrileño».[5] Incluso llegaron a ser más vecinos si cabe durante la temporada 1965, dontándole a los enfrentamientos de mayor carácter. Con la demolición del Frontón Fiesta Alegre, el club blanco hubo de buscar un nuevo emplazamiento donde disputar sus encuentros mientras se construía el nuevo pabellón de la Ciudad Deportiva, el pabellón Raimundo Saporta. Finalmente, se ubicaron en el gimnasio del Colegio Maravillas, muy cercano al instituto Ramiro de Maeztu, sede y cantera de los estudiantiles, existiendo curiosamente también una rivalidad entre ambos colegios.[6] Destaca además el hecho de que hayan compartido pista durante varios años pese a la rivalidad que ambos equipos mantienen.
Hoy día es considerado el partido más relevante entre equipos de la capital, al tratarse de los dos clubes más importantes por historia y palmarés.[7],[8]
Con el club catalán mantiene una rivalidad desde los primeros años del baloncesto Español, al igual que la rivalidad que tienen ambos clubes en fútbol, estos son máximos rivales.
25 jugadores han vestido ambas camisetas: son Alfonso Martínez, José Luis Martínez, Rafael González-Adrio, Jordi Parra, Miguel "Ché" González, Santi Abad, Piculín Ortiz, José Luis Galilea, Zoran Savic, Sasha Djordjevic, Derrick Alston, Alain Digbeu, Michael Hawkins, Dejan Bodiroga, Pepe Sánchez, Ante Tomić, Maciej Lampe, Giannis Bourousis, Nikola Mirotić, Thomas Heurtel, Adam Hanga, Nicolás Laprovittola, Mario Hezonja, Willy Hernangómez y Juan Núñez.[11]