Hernán Medrano Marin

Enormes y sinuosas. Así son las grietas que se abren paso lo largo de la vereda del malecón de Miraflores, a la altura del parque Almirante Miguel Grau. A estas rajaduras, ubicadas a solo dos pasos del acantilado, se le suma un desnivel del piso muy notorio que no hace más que reflejar el mal estado en que se encuentra esta zona muy transitada por niños, adultos mayores y deportistas, quienes están en riesgo de sufrir algún accidente.