Piura: El proyecto con el que Choco y más caseríos buscan luchar contra el cambio climático

En las alturas de la sierra piurana, con extensos colchones de nubes densas que pueden verse desde lo más alto, se puede ubicar el centro poblado de Choco (distrito de Yamango, provincia de Morropón, Piura). Los comuneros que habitan Choco cuentan que en el pasado la zona estaba rodeada por bosques naturales imponentes; pero con el tiempo, la mayor densidad poblacional llevó a que se vea afectada −y hasta destruida− la flora y la naturaleza existente. Los manantiales de los que hablaban los antepasados de la localidad desaparecieron, y sus áreas naturales quedaron deforestadas.

En medio de este deterioro, no obstante, diversas organizaciones decidieron poner la mirada sobre el problema para promover el desarrollo rural sostenible de este centro poblado. El ingeniero zootecnista y representante de la la ONG Asociación Promoción de la Gestión Rural Económica y Social (PROGRESO), Jenner García, manifiesta que la primera experiencia de reforestación en Choco la realizó la Diócesis de Chulucanas, con el apoyo de organizaciones no gubernamentales (ONGs) de Alemania (MISEREOR y Catholic Relief Services), las cuales lideraron el proyecto “Villa Nazaret” más de 14 años atrás.

A través de esta primera iniciativa, según García, se pudieron sembrar 20 hectáreas como punto de partida, lo que permitió que en el 2010 se siga ampliando la reforestación, con otro proyecto que permitió sembrar 224 hectáreas en 10 caseríos de la zona. De acuerdo con el representante de PROGRESO, en este proyecto participaron más de 500 familias y se utilizaron las ventas de bono de carbono por primera vez en la región de Piura; una práctica que permite la venta de “bonos” para que las empresas compensen sus emisiones de CO2.

García también destaca que en los mencionados proyectos de reforestación, se trabajó con cuatro especies de árboles: dos nuevas especies introducidas como el Pino Patula y Pino Radiata; y dos especies nativas conocidas como el Aliso y el Quinahuiro.

“Gracias a los mencionados proyectos, la población de Choco ha podido recuperar parte de sus tierras comunales, que han pasado de la degradación al estado fértil. Entre los beneficios se listan algunos otros puntos importantes, como el incremento en el valor de la tierra por el acceso a leña y madera. Asimismo, las familias han recibido ingresos por haber sembrado los árboles que permitieron la venta de bonos de carbono a empresas”, remarca el representante de ONG PROGRESO.

Ahora, Choco se ha visto beneficiado por otro proyecto que busca mejorar las condiciones de vida de los pobladores de la zona y sumar a las iniciativas globales de reforestación: la iniciativa “Reforestación en la sierra de Piura”, que nació por una alianza entre la ONG PROGRESO, Cooperativa Agraria NOR ANDINO, ONG Agrónomos y Veterinarios Sin Fronteras (AVSF).

Javier Alarcón Cervera, representante de la ONG AVSF y antropólogo, señala que el objetivo principal de este reciente proyecto es seguir contribuyendo en la mitigación del impacto del cambio climático y contribuir en la retención de agua en la parte alta de las cuencas hídricas, que permita a la localidad recuperar sus niveles de agua. “Se buscó una estrategia que contribuya a la reducción de los gases de efecto invernadero y, por otro lado, a fondos para los productores de la zona mediante la comercialización de bonos de carbono”, añade Alarcón.

Este Diario pudo conversar con actores clave sobre el proyecto que se lleva a cabo en la localidad. José Santos Huamán, presidente de la reforestación en Choco, dijo estar muy contento con la iniciativa y precisó esperar que a futuro estas obras permitan que Choco tenga una zona como la Granja Hacienda Porcón, ubicada en Cajamarca. “Deseo que en un futuro mis nietos sigan mis pasos”, añadió.

Por su parte, el presidente de la junta administradora de servicios de saneamiento del caserío Alto Huancabamba, Francisco Saldaña García, manifestó que en su caserío, donde hay cerca de 69 familias, se ha reforestado unas 20 hectáreas con este proyecto; un hito que sin dudas es positivo. Sin embargo, alertó que el mayor temor que tienen los pobladores de la zona es que puedan ocurrir incendios que afecten a la localidad, para lo cual se exigen medidas preventivas y concientización.