Pierina Denegri Davies

Pocos son los bares que tienen un concepto potente, bien ejecutado y creativo como El Infusionista. Probablemente los conozcas por sus cocteles curiosos, que se asemejan a bolsas de sangre o se sirven en un vaso tipo botiquín, o quizás conociste su propuesta de coctelería para disfrutar en casa durante la pandemia. Sea cual sea el ejemplo, este bar reconoce que adaptarse y cambiar es la forma de seguir atrayendo al público, por lo que presentan una nueva carta de cocteles y piqueos, que se inspiran en la medicina tradicional china. se dió una vuelta por su local en Miraflores y aquí te contamos la experiencia.

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Jorge Chung es una de las mentes que creó El Infusionista en 2018. Desde el comienzo, el bar se caracterizó por ser un espacio de moda. “Para mi ser un bar trending es algo bonito, pero no me impresiona mucho. Queremos que se reconozca el tiempo que venimos trabajando, el logro está más en poder perdurar en el tiempo. Pensando en eso y tomando en cuenta un viaje a China, conversamos con el equipo la idea de explorar las medicinas en diferentes culturas, así que empezamos con una de las más antiguas”, afirma.

/ El Infusionista

Con la mira en el cambio, en renovarse, es que deciden lanzar una nueva carta. Siguiendo con la lógica medicinal del bar, pero especializandose en la tradición china, presentaron esta carta en febrero, precisamente en el Año Nuevo Lunar.

El volúmen 1 de “Medicinas del mundo” nos presenta este viaje de exploración por los distintos preparados e ingredientes utilizados en la medicina tradicional china. Según explica Chung, los principios de la misma están basados en ver la salud como algo total, tomando en cuenta lo físico, emocional, mental y espiritual. Así, con los distintos cócteles y piqueos que ofrecen, buscan dar a conocer no solo lo delicioso y bien pensado de cada bebida, sino también el impacto de esta medicina en el mundo.

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Nuestra visita

Decidimos acudir a este “templo” de sanación un sábado, para ver cómo era verdaderamente el movimiento de una noche usual. Llegamos a las 8 p.m. y ya habían comensales presentes: desde conocidos clientes hasta curiosos comensales que se acercaban por uno de los cócteles clásicos o quizás para aventurarse con la nueva carta.

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Podríamos contar sobre cada uno de los cócteles que disfrutamos, pero vamos a limitarnos a mencionar nuestros favoritos. Además, no entraremos en detalles sobre la historia de cada uno, ya que es parte de la gracia de visitar El Infusionista. El primero fue el Afrodisiáco de la concubina imperial, una bebida a base de pisco, licor de lychee (un fruto), cordial 7 Tesoros y ginger ale. El resultado es un cóctel refrescante, ligero y con un gusto suave al fruto mencionado. El toque de decoración lo da un bombón del sufrimiento perpetuo, de color dorado, con relleno de lychee.

El favorito de la noche fue el Anestésico de Hua Tuo, que combina bourbon, aperitivo, tintura de Pu Erh, shrub de naranja y limón gold y jugos de cítricos. Lo interesante es que el cóctel está inspirado en el primer médico en usar anestesia, que era una mezcla de vino y especias llamada Mafeisan. El objetivo es transmitir las propiedades casi calmantes a través de un cóctel interesante y complejo en su sabor.

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La carta de piqueos cambió bastante, apostando por guisos de larga cocción, saltaditos y bocados que recuerdan a casa, que brindan confort. El primer elegido fue El guiso hogareño de Zao Shen, que ofrece falda de res guisada por 5 horas en una base sabrosa. Se sirve con arroz blanco, salsa Pachikay y el toque de verdura lo da el pak choi.

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Si nos tuvieramos que quedar con un solo plato, el elegido es el Dim sum de la nueva Dinastía, preparado con la receta original del chifa Chung Tong. En esta preparación se combinan langostinos al vapor, hongos Tonku y arroz blanco para crear una experiencia sin igual de texturas curiosas y sabores suaves pero no por eso menos increíbles.

Siguiendo con los cócteles, el Elixir Botánico de Shennong es uno de los más simples de la carta, pero no por eso menos delicioso. Los sabores del gin combinan a la perfección con la manzana y el licor de toronja con que se sirve. Frutal, con toques dulces ligeros y una potencia intermedia.

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Finalmente, el Budai es uno de los cócteles más especiales, al usar una prensa exclusivamente hecha para el bar, con forma del conocido monje. En esta bebida se utiliza Baijiu, un destilado de alto grado de alcohol chino. Se puede preparar a base de distintos granos y el resultado es un potente licor con sabores frutales, especialmente a pera. Por suerte, pudimos probarlo solo -con cuidado y de a poquitos- para conocer este curioso licor, por el que volveremos sin duda alguna.

Muchas veces puede ser difícil estar a la altura de la fama que gana un bar o un restaurante. El Infusionista nos muestra cómo, con creatividad, curiosidad y una meta clara, se pueden experimentar nuevos caminos que invitan a los comensales - nuevos y a los de siempre - a unirse a este viaje.

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Creatividad que cruza fronteras

Otra de las novedades que trae El Infusionista para esta nueva temporada son las visitas de bares extranjeros. En esta dinámica, los equipos se reúnen y crean una propuesta particular para cada visita, combinando los estilos de cada uno. Por ejemplo, para este jueves 20 de junio, el Boticario, uno de los bares más conocidos de Argentina, llega para ofrecer “la cura al cambio de clima”. Desde las 8 p.m., los comensales podrán disfrutar cuatro creaciones especiales para esta fecha, además de las delicias ya mencionada.

Datos:

El Infusionista se encuentra en Manuel Bonilla 123, Miraflores. Puedes conocer más sobre su propuesta, carta e invitados internacionales en el perfil de Instagram @el_infusionista.