Desde que Ricardo Gareca lo eligió por encima de Cristian Benavente, allá por mayo del 2015, a Christian Cueva se le puede cuestionar todo, menos que su lugar en el mundo sea la selección peruana. Allí, vestido de rojiblanco o blanquirrojo, según amerite la ocasión, el mediocampista ofensivo de 31 años se ha sentido como pez en el agua y en ese tránsito, ha sido determinante en cada una de las hazañas que se le imputan al técnico argentino en siete años de bonanza sentimental y apego exagerado a la filosofía del ‘Pensá'. Hoy, ya sin el ‘Tigre’ en Videna y tras dos meses desempleado, el representante máximo del ‘chocolate’ futbolero y la picardía pistera tendría todo arreglado para volver a jugar profesionalmente con Alianza Lima, el equipo del pueblo. ¿Existe duda alguna de que la apuesta sea un éxito?